jueves, 12 de enero de 2012

un momento de felicidad

Pero para cada vuelta sólo se cuenta un punto; apenas tenemos tiempo de hacer media docena de comparaciones cuando el sol se muestra ya con todo su esplendor. <<Parece la primera chispa de un alto horno>>, digo yo, mientras Sabeth se calla y pierde un punto...Jamás olvidaré a Sabeth sentada en aquella roca, con los ojos cerrados, callada y recibiendo los primeros rayos del sol. Era feliz, dijo; y jamás olvidaré el mar que oscurecía a ojos vistas, cada vez más azul, morado, el mar de Corinto y el otro, el mar ático; el color rojo de los campos, los olivos, verdes y nebulosos, sus largas sombres proyectadas sobre la tierra roja, el primer calor de Sabeth abrazándome como si yo se lo hubiese regalado todo, el mar y el sol y todo, y jamás olvidaré que Sabeth rompió a cantar.

Homo Faber, Max Frisch

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