Hay sequía de juegos en la next gen, lo sabemos, así que es el momento de rendir cuentas con un clasicazo que además estuvo hace poco de oferta en la ps store. Llega el momento de uno de los juegos más aclamados de la saga: Castlevania Symphony of the night.
¿Qué podemos de un juego de ps one hoy día para decir que sigue siendo un juegazo? Que sus gráficos estén anticuados pero no nos hagan sangrar los ojos, que las melodías no sean música ratonera, y que la jugabilidad no se limite al aporreo de los botones, ¿y algo más? Lo pregunto en serio y llamo a la reflexión ya que este juego es todo un ejemplo: gráficos buenos para la época pero que hoy al menos no duelen; jugabilidad limitada y vista hasta la saciedad hoy día; música fantástica, eso sí. En su día fue perfecto, ¿pero y hoy?
Quiero analizar este juego per se y no por su leyenda o su contexto. Es un buen juego, con una jugabilidad interesante pero que peca de machacabotones en algunos bosses. No hay grandes rutinas en los jefes (la mayoría) ni en los enemigos (quien golpee primero gana). El concepto de exploración es fantástico y el detalle del castillo invertido genial, pero hoy día existen fórmulas muchísimo más refinadas y peor puntuadas. Hoy día recomiendo muchos otros metroidvanias a no ser que uno se quiera colgar la medallita o comprobar en primera persona tantas parrafadas sobre esta obra maestra (como es mi caso).
Quiero ir directo al grano, sin rodeos: es un buen juego, entretenido, que engancha con su mecánica exploratoria y su sensación de progreso, pero poco más. Se me antoja realmente corto en opciones reales, es decir, mecánicas, combos, objetos que realmente sean necesarios, nada de cosas que puede llevar o no. Mil secretos y combos, objetos y demás que no hacen falta para llegar al final. Quiero creer que se debe al nivel de dificultad aunque no sé, un juego debe estar diseñado para el nivel normal, con retos en el difícil, y no un paseo en el normal y ajustado en el difícil. Tampoco quiero saberlo, me lo he terminado y me sobra.
Entiendo perfectamente que en su época fuera insuperable pero hoy no tengo ganas de contextualizar una época que no viví, así que me limito a lo que he comprobado hoy: un juego más, entretenido y prescindible. Le salva el nombre, si eres de los que gustan de decir que has jugado las grandes obras maestras de la historia del videojuego.
Puntuación: 5.2
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