miércoles, 6 de febrero de 2013

las musas nacionales...

La señora volvió el rostro hacia el salón, demostrando más interés por el discurso que por mis preguntas. Yo no quise molestar más, y traté de atender también. El orador hablaba de la patria, del inminente peligro de la patria, y de la salvación de la patria y de la gloria de la patria. Es el gran tema de todos los oradores, incluso los buenos. No he conocido a ningún político que no estropeara la palabra patriotismo hasta dejarla inservible, y en esto se me parecen a los malos poetas, que al nombrar constantemente en sus versos la inspiración, la lira, el estro, la musa ardiente, la fantasía, hablan de lo que no conocen.

Los cien mil hijos de San Luis, capítulo XXIV, Benito Pérez Galdós

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