Hoy voy a hablar de uno de esos juegos que tocas más por el nombre que por la calidad propia. Cualquiera que haya jugado en su tierna infancia al rol o que haya disfrutado ya en su juventud del cyberpunk sabe de qué hablo. Uno de los nombres más míticos de aquella época: ShadowRun Returns.
ShadowRun es todo nostalgia, todo contexto. Un futuro ochentero lleno de drogas y megacorporaciones, ambientes sórdidos, bandas, hackers que se enchufan cables para navegar, chamanes invocadores de espíritus, elfos, ogros, enanos, magos… en fin el mayor mejunje que te puedes imaginar. Caótico y apasionante. Totalmente inolvidable. Era cuestión de tiempo que su edición en kickstarter cayera en mis manos. O mejor dicho, cuestión de rebajas de Steam.
No estaba en mi lista de deseados a toda costa, y con toda la razón. Un entorno gráfico regulero, una música simplona, una jugabilidad clásica por turnos pero de alguna forma deficiente y con un movimiento que no falla pero que sientes que le falta algo. En principio no hay nada que sobresalga, pero había que probarlo.
La primera impresión no es muy buena, eso tenedlo claro. A lo que os he dicho hay que sumarle un cierto caos narrativo si no estás al día de lo que te ofrece, y se puede hacer un poco cuesta arriba comparando con otros títulos del género, pero al cabo de unas horas comprendes qué es lo que te ofrece. Shadowrun es un juego de rol. Sí, parece una obviedad pero no lo es. Esto no es un juego de acción por turnos, ni tipo UFO ni nada de eso, es un juego de rol como los de antaño, los de mesa, los de master y hoja de habilidades tirando dados. Aquí te pasas la mayoría del tiempo leyendo o conversando, tratando de descubrir pistas o aprendiendo sobre las circunstancias. Tiene ese regusto a tarde de juventud que es inolvidable.
Teniendo esto en cuenta hay que reconocer que no es mal juego. Su ritmo lento es precisamente el acorde a estos juegos. No puedes ser impaciente, nisaltarte las conversaciones. Tienes que ser ese personaje, subirlo acorde a su rol, actuar según él mismo. Solo así tendrás una experiencia mínimamente completa en una historia interesante, de unas 8 horas de duración, pero variada y que te da lo que le cuesta (en rebajas de Steam). el punto negativo es que quizá la dificultad no esté demasiado ajustada. Empiézalo en difícil siempre, y sobre todo juega con varios personajes, porque si no experimentas lo diferente que es el gameplay con un hacker a con un chamán, te pierdes la mitad de juego.
En resumen ShadowRun es una revisión correcta del juego de rol que mantiene la esencia de juego de rol de mesa. Con un aspecto técnico bastante justo y una oferta centrada principalmente en la narrativa y la diferenciación de personajes. A un precio reducido es una gran adquisición para los fans, un entretenimiento más o menos acertado para los no fans y un horror para cualquiera que no esté dispuesto a entrar en su ritmo. Yo soy de los primeros así que no me arrepiento. A mí me ha gustado. Puntuación: 4.1
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