viernes, 29 de mayo de 2015

Bring me a coffee baby

She considered, walking. "Do you find commanding a warship very different from ordinary vessels?"
He thought it over. "It's not the ship that's different. It's the men. Leadership is mostly a power over imagination, and never more so than in combat. The bravest man alone can only be an armed lunatic. The real strength lies in the ability to get others to do your work. Don't you find it so even in the fleets of Beta Colony?

Shards of Honour, chapter three - Lois McMaster

jueves, 28 de mayo de 2015

Review - Count Zero (William Gibson)



Good: It is not a straightforward continuation from Neuromancer, although the same cyberpunk atmosphere is present, with its corporations, its social groups, dark technology. It has everything the genre requires and it is well performed but somehow it lacks the epic of the previous one. A nice book and worth continuation anyway. 

Rate: 6

miércoles, 27 de mayo de 2015

The silver walks

Lanette liked bars but she never drank, just Coke or something. Mona always remembered one day she’d done two crystals at the same time, what Lanette called a two-rock hit, and she’d heard this voice in her skull say, just as clear as that, like it was somebody right in the room: It’s moving so fast, it’s standing still. And Lanette, who’d dissolved a matchhead of Memphis black in a cup of Chinese tea about an hour before, did half a crystal herself and then they’d gone out walking, just ghosting the rainy streets together in what felt to Mona like some perfect harmony where you didn’t need to talk. And that voice had been right, there was no jangle to the rush, no tight-jawed jitter, just this sense of something, maybe Mona herself, expanding out from a still center. And they’d found a park, flat lawns flooded with silver puddles, and gone all around the paths, and Mona had a name for that memory: the Silver Walks

Mona Lisa Overdrive, chapter 15 - William Gibson

martes, 26 de mayo de 2015

Opinión - Infamous First Light (PS4)

A pesar de todas las críticas yo siempre he defendido Infamous como una de las sagas revelación de la pasada generación, incluyendo el último juego de PS4. Es cierto que no alcanzó las cotas de excelencia que deseábamos, pero también es cierto que es un gran juego. Por lo tanto era cuestión de tiempo que le echara el guante a su primera gran expansión: Infamous First Light. Vamos a ver qué tal.

Infamous First Light es una expansión que puede jugarse por separado sin el juego original. Esta es la razón de que haya podido ser regalado con el Plus. Lo primero que sorprende es su planteamiento radicalmente distinto al juego original: mientras que el original era un sandbox orientado a la historia, este está completamente orientado al combate. Existe un modo historia, que narra los eventos previos a Infamous de su protagonista femenina, pero que no es más que un largo tutorial de sus poderes. Las misiones son simples y burdas, con una mínima mención a la última fase en la nieve (lo único realmente nuevo). El resto son simples carreras y saltos para conseguir orbes, algo muy simple y decepcionante. La parte principal son una serie de arenas llenas de retos que conseguir derrotando oleada tras oleada de enemigos.

El principal problema del título es que quien, como yo, se acerque al juego por la historia se sentirá estafado, así de simple, pero hay que comprender que la clave está en el combate y es eso lo que hay que juzgar del título porque es lo que realmente ofrece. Las arenas en sí se basan en simple supervivencia o rescatar los rehenes, y hay que reconocer que son todo un reto. Recuerdo que en mi primera partida (para lograr algún trofeo antes de abandonar el título) apenas lograba nada y me parecía una quimera llegar al medio millón de puntos que piden en cada prueba. Sin embargo hay que reconocer que a medida que te haces con los poderes, con las estrategias, a medida que aprendes a combatir y a moverte, los objetivos se van cumpliendo y vas consiguiendo logros hasta superar una a una las pruebas. Y lograrlo es tremendamente satisfactorio.

Personalmente os recomiendo el juego, aunque no os atraiga a priori mucho el tema de arenas de combate, ya que el juego, por su dinámica y su ritmo, se vuelve tremendamente atractivo a niveles avanzados, y realmente logras experimentar esa sensación de ser ser un ente todopoderoso que va sembrando destrucción a discrección sin limitaciones. Y eso es muy divertido, reconozcámoslo.

Así a lo tonto pasé de buscar una historia a disfrutar como un enano del modo horda hasta sacarme el platino. Simplemente no podía parar de destruir. Si no tiene más nota es porque tiene pocas novedades, el modo historia no es gran cosa y en definitiva es una expansión, no un juego. Sin embargo es toda una experiencia y muy recomendable para todo fan de Infamous. Ya era hora de que pudiéramos utilizar nuestros poderes como Dios manda. Sí señor.

Puntuación: 5


lunes, 25 de mayo de 2015

In God We (need to) Trust

“I can only believe,” Gentry said, “that this was predetermined. Prefigured by the form of my previous work. I wouldn’t pretend to understand how that might be, but ours is not to question why, is it, Slick Henry?” He tapped out a sequence on one of his keyboards. “Have you ever considered the relationship of clinical paranoia to the phenomenon of religious conversion?
“What’s he talking about?” Cherry asked.
Slick glumly shook his head. If he said anything, it would only encourage Gentry’s craziness

Mona Lisa Overdrive, chapter 13 - William Gibson

miércoles, 20 de mayo de 2015

Opinión - Lords Of The Fallen (PS4)

Hay veces en que se nos revuelve el estómago con la enésima iteración de lo mismo, el eterno refrito recurrente sin el más mínimo atisbo de novedad. Otras veces, sin embargo, la copia descarada y admitida abiertamente resulta en una experiencia tan genial que merece la pena, y mucho, echarle un buen tiento. Este es el caso del juego de hoy: Lords of the Fallen.


Es un Souls, así de simple. El mismo sistema de combate, misma barra de energía, misma mecánica al morir y recuperar las almas, mismo avance por el escenario. Todo exactamente igual pero diferente, con una seña de identidad bien clara pero a la vez con su hecho diferencial. Es difícil de explicar, pero en el matiz está la solución. Vamos por pasos.

A nivel gráfico no es tan oscuro como los souls ni tiene ese toque medieval. Recuerda más a un Darksiders, con personajes y armaduras más voluminosas y fantásticas. Aquí no hay ningún problema en mostrar armas desproporcionadas que se mueven sin problemas o enemigos gigantescos que desafían las leyes de la física. La paleta de colores es más clara además, con más vistosidad, sin llegar a dar miedo u ofrecer esos pasajes oscuros iluminados solo con la luz del personaje que te hacía ir despacio para no caer en un agujero. Es un conjunto más vistoso, más de cómic, que le sienta muy bien, aunque pierda esa atmósfera tan especial de los souls. Por otro lado la música y los efectos son más que correctos, aunque como siempre en estos casos, nada memorable.

Cualquiera que haya jugado a estos juegos sabe que la clave está en la jugabilidad y en especial en la dificultad. En Lords of the Fallen la jugabilidad se divide en tres tipos de personajes (división clásica) que te ofrecen tres básicas pero muy diferentes formas de jugar. Además se pueden combinar con magia, que les da aún más variedad. No es tan variado como los souls ni de lejos, pero permite darle ese toque personal; y funciona. Otro punto clave es el mapa. Aquí nos encontramos con un castillo bastante pequeño que va abriendo atajos a medida que avanzamos. Existen zonas muy diferenciadas y en general no está mal, aunque le falta ese punto de genialidad de los souls. En los souls llegabas a perderte, a sentirte solo y abandonado, y en mitad de la desesperación, de repente abrías una puerta y te encontrabas al principio de todo, con un atajo maravilloso que te daba la vida y te dejaba con la boca abierta, porque no sabías que estabas tan cerca. Aquí no. Aquí tienes zonas diferenciadas en donde casi nunca te pierdes. Son muy bonitas y diferenciadas, pero son más lineales y clásicas. No está nada mal, pero no es lo mismo.

El punto clave es sin duda la dificultad. Creo que es cierto eso que se dice sobre que el juego es más fácil, pero con matices. La dificultad de los Souls radicaba en varios puntos: primero el mundo era relativamente abierto, con lo que podías meterte en zonas avanzadas y morir irremediablemente. Aquí el camino es bastante lineal; segundo: el juego era tramposo, en el sentido del número de trampas por doquier puestas a mala leche que te comías sí o sí la primera vez. Aquí no hay tanta emboscada, no te caen piedras de repente, no se abre el suelo bajo tus pies, no hay cofres trampa; tercero: existen pequeñas ayudas, como los bordes en las murallas o las plataformas. En souls era frecuente caerte, y no era raro enfrentarte a un buen bicho en lo alto de una torre sin absolutamente nada que impidiera caerte mientras esquivabas. Aquí no, aquí es muy raro que te caigas, y eso, en mitad del combate, se nota.

Con estos tres matices la dificultad del juego es bastante parecida, basada en subir de nivel y equiparse mejor, y dominar tu estilo de combate. Los enemigos finales quizá un poco por debajo de los souls aunque tampoco mucho. Hay que recordar que nunca fueron gran cosa, sobre todo una vez avanzado el juego, y que bastantes los matabas a la primera. Eso sí, había un par que podían hacerte abandonar el juego. Aquí no te va a ocurrir, y es una lástima.

En definitiva estamos ante un juego que trata de envolver las mecánicas de un souls con una capa un poco más amistosa, pero no mucho más. Sin embargo logran darle ese puntillo especial que hace que te enganche y lo disfrutes casi tanto como un souls. Digo casi porque al no ser tan difícil no te cuelgas esa medalla al terminarlo, como sí hacemos los que nos hemos terminado el Demon’s Souls, aunque lo recomendamos igualmente. Creo además que es el juego perfecto para quien quiere empezar en este subgénero o que ha salido malparado de los souls y quiere entrenar para volver y sacarse la espina. No os engañéis: es un juegazo y lo disfrutaréis del principio al final, sacando logros y sopesando duramente si dar una segunda vuelta o coger al hermano mayor y machacar un souls. Yo opté por la segunda, pero por poco.

Un juegazo muy recomendable. Puntuación: 7

martes, 5 de mayo de 2015

Review - Neuromancer (William Gibson)

Great. The second time I read and it has been even better. So fresh and so pure after so much time. It is still the main cyber punk reference and I have not found anything better so far. A must read for anyone.

Rate: 8