sábado, 4 de mayo de 2013

Sleeping Dogs (PS3) -Análisis-


Todos conocemos la saga GTA, incuestionable en calidad y sin duda alguna la mejor opción en el género de los sandbox que existe en la actualidad. Sin embargo eso no quita que los amantes de este tipo de juegos puedan disfrutar de otros del género que si bien no están a la altura (ni lo intentan) sí que ofrecen variantes jugables que aportan algo diferente e incluso complementario a esa experiencia GTA. Este es el caso de Sleeping Dogs.

Ambientado en una maravillosa Hong Kong, creada con todo lujo de detalles y gran extensión de mapeado, Sleeping dogs es un juego que sin querer desbancar, asimila todas las fórmulas del género, las retoca e incluso las mejora en algunos casos, dando como resultado un juego muy completo que deja un gran sabor de boca a quien busque algo más del estilo antes de que salga GTA V.

Gráficamente estamos en un juego un tanto extraño. Muy luminoso, casi que hasta los personajes brillan, posee una ambientación amigable que no logra captar toda la oscuridad de las triadas y los callejones en donde transcurre gran parte de la acción. Eso unido a una ciudad resultona y correcta pero sin grandes estampas que se queden grabadas en la retina, dan como resultado un aspecto gráfico correcto pero sin alardes que intenta suplirse con un extensísimo mapa y una gran jugabilidad.

Es en esta jugabilidad donde se notan las fuentes del título. Existen infinidad de misiones secundarias que realizar, objetos que buscar, ropa o vehículos que comprar, peleas que ganar y sobre todo dos tipos de misiones principales: de policía o de miembro de la tríada. El punto fuerte del juego son sin duda este tipo de misiones, extremadamente divertidas, variadas, entretenidas y que en ningún momento se hacen pesadas. Y lo notaréis cuando las repitáis para conseguir las mejores puntuaciones. Comenzando como un matón de barrio y escalando tanto en importancia como en espectacularidad, estas misiones narran una historia muy bien hilada y profunda, perfecta para cualquier película del género, que mantiene enganchado hasta el final. Y todo ayuda, tanto el carisma del protagonista principal como el de los secundarios, todo creíble y muy bien narrado, que te permite empatizar con los mismos y disfrutar al máximo con la historia.

Una vez se ha planteado una gran historia viene el momento de la ejecución y este es otro de los puntos fuertes del título. Las peleas beben del estilo de los Batman Arkham, si bien no tan excepcionalmente pulida, pero que las hacen muy divertidas. Posee además multitud de combos desbloqueables que permiten añadir cierta complejidad al título, sobre todo teniendo en cuenta que no existen demasiadas armas de fuego y su uso no es muy recomendable. La exploración y el movimiento por los escenarios es fluido, permitiendo subir y bajar obstáculos con bastante soltura y, sobre todo, la conducción es todo un lujo con la infinidad de vehículos disponibles y la multitud de sensaciones propias de cada uno. Mención especial en este punto a lo bien resuelto que está disparar mientras se conduce: todo un placer que hará que repitas estas misiones una y otra vez.

La música es una selección de temas que escucharemos en la radio de los vehículos, con lo que ni es un sistema novedoso ni resalta especialmente: funciona y listo. No hay mucho más que decir al respecto salvo que no notarás que falte nada o algo rechine. Lo que sí merece especial mención son los diálogos en inglés y chino que permiten una inmersión perfecta en el ambiente. Gracias por no traducirlo. Estoy absolutamente en contra de los doblajes pero en este caso más aún. Todo un acierto.

Hay que añadir además un sistema de logros completamente social, que permitirá compartir tus récords y puntuaciones con tus amigos lo cual, teniendo en cuenta que se regalaba en el ps plus, promete muchísimo vicio. Además expande la experiencia, pidiendo mil pequeñas cosas que necesitarás para lograr ese 100% que tanto gusta a los amantes de los trofeos.

En resumen es un juego que gusta y que se hace querer hasta el punto de hacerte jugar sin parar hasta conseguir el platino. No es el mejor en su género, de acuerdo, no destaca gráficamente ni en el aspecto sonoro, pero su jugabilidad, su carisma, su hong kong y lo divertido de sus misiones, le permiten ser un gran juego que promete muchas horas de diversión y que no decepcionará a quien se atreva a adentrarse en el mundo de las tríadas con él.

Desgraciadamente deja una sensación extraña al terminar. El final no termina de convencer y es una pena y en el fondo sientes que has disfrutado, sí, pero que en unos años ya no te acordarás de él. No es especial porque no será recordado con el cariño eterno de un Valkyria Cronicles, por ejemplo. Es un producto de usar y tirar. Lo disfrutarás como el que más, sí, pero al tiempo lo olvidarás como cualquier otra película palomitera de hollywood. Una pequeña lástima pero aun así absolutamente recomendable.

Puntuación: 7.5

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