martes, 30 de julio de 2013

El entusiasmo y la protesta

Ni con las dotes más excelsas que Dios pone en la voluntad y en la inteligencia de sus criaturas, podría desenvolverse Isabelita en medio del desconcierto de un país que todavía anda buscando la mejor de las Constituciones posibles, y que no parece dispuesto a dejarse gobernar con sosiego hasta que no la encuentre; de un país que todavía emplea como principal resorte político el entusiasmo, cosa muy buena para hacer revoluciones cuando estas vienen a cuento, mas no para gobernar a los pueblos... En fin, no quiero que me llames fastidiosa, y suspendo aquí mis acerbos juicios acerca de un país que todavía ha de tardar siglos en curarse de sus hábitos sentimentales...


Luchana, capítulo I, Benito Pérez Galdós.

viernes, 26 de julio de 2013

Cada pueblo tiene los gobernantes que se merece

Hizo Calpena mental paralelo entre su tocayo Narizotas y el llamado Pretendiente, llegando a la conclusión triste de que si hubiera un infierno especial para los reyes, en el más calentito rescoldo de este tártaro regio debían purgar sus pecados contra la humanidad estos dos señores, que simbolizando la misma idea, por la supuesta ley de sus derechos mataron o dejaron matar tal número de españoles, que con los huesos de aquellos nobles muertos, víctimas unos de su ciego fanatismo, inmolados otros por el deber o en matanzas y represalias feroces, se podría formar una pira tan alta como el Moncayo. En todos los países, la fuerza de una idea o la ambición de un hombre han determinado enormes sacrificios de la vida de nuestros semejantes; pero nunca, ni aun en las fieras dictaduras de América, se han visto la guerra y la política tan odiosa y estúpidamente confabuladas con la muerte. La historia de las persecuciones del 14 al 20, de la reacción del 24, de las campañas apostólicas y realistas, así como del recíproco exterminio de españoles en la guerra dinástica hasta el Convenio de Vergara, causan dolor y espanto, por el contraste que ofrece la grandeza de tan extraordinario derroche de vidas con la pequeñez de las personas en cuyo nombre moría o se dejaba matar ciegamente lo más florido de la nación. Considerados en lo moral, grande era la diferencia entre Fernando y Carlos, pues la bajeza y sentimientos innobles de aquel no tuvieron imitación en su hermano, varón puro y honrado, con toda la probidad posible dentro de aquella artificial realeza y de la superstición de soberanía providencial. Trasladados los dos a la vida privada, donde no pudieran llamarnos vasallos ni suponerse reyes cogiditos de la mano de Dios, Fernando hubiera sido siempre un mal hombre; D. Carlos un hombre de bien, sin pena ni gloria. En inteligencia, allá se iban, ganando Fernando a su hermano, si no en ideas propiamente tales, en marrullerías y artes de la vida práctica. Las ideas de Don Carlos eran pocas, tenaces, agarradas al magín duro, como el molusco a la roca, con el conglutinante del formulismo religioso, que en su espíritu tenía todo el vigor de la fe. De la piedad de Fernando no había mucho que fiar, como fundada en su propia conveniencia; la de D. Carlos se manifestaba en santurronerías sin substancia, propias de viejas histéricas, más que en actos de elevado cristianismo. En sus reveses políticos, no supo Fernando conservarse tan entero como cuando ejercía de tiranuelo, comiéndose los niños crudos; D. Carlos mantuvo su dignidad en el ostracismo y en la mala ventura, y acabó sus días amado de los que le habían servido. Fernando se compuso de manera que, al morir, los enemigos le aborrecían tanto como le despreciaban los amigos.


De Oñate a La Granja, capítulo XX, Benito Pérez Galdós

jueves, 25 de julio de 2013

Another universal truth

‘You’ve seen all sorts of mutations, you say.’ The magician raised his head. ‘And how many of them have you slaughtered for money, in keeping with your witcher’s calling? Well? Because one can have a wolf’s fangs and go no further than baring them at the trollops in taverns, or one can have a wolf’s nature, too, and attack children. And that’s just how it was with the girls who were born after the eclipse. Thre is outright insane tendency to cruelty, aggression, sudden bursts of anger and unbridled temperament, were noted.’


‘You can say that about any woman.’ sneered Geralt


The Last Wish, Andrzei Sapkowski

martes, 23 de julio de 2013

Review - Mendizábal (Benito Pérez Galdós)

Mal. Soporífera recreación de la vida palaciega y comienzos de la historia del protagonista. Resulta triste que una época tan convulsa como la de Mendizábal y que tanto juego podría haber dado, al final se haya quedado en nada.Un mero trámite que hay que pasar y que cuesta. Puntuación: 4.

viernes, 19 de julio de 2013

...ahora y siempre, por los siglos de los siglos...amén.

Así hemos venido todo el siglo, navegando con sinnúmero de patrones, y así ha corrido el barco por un mar siempre proceloso, a punto de estrellarse más de una vez; anegado siempre, rara vez con bonanzas, y corriendo iguales peligros con tiempo duro y en las calmas chichas. Es una nave esta que por su mala construcción no va nunca a donde debe ir: los remiendos de velamen y de toda la obra muerta y viva de costados no mejoran sus condiciones marineras, pues el defecto capital está en la quilla, y mientras no se emprenda la reforma por lo hondo, construyendo de nuevo todo el casco, no hay esperanzas de próspera navegación. Las cuadrillas de tripulantes que en ella entran y salen se ocupan más del repuesto de víveres que del buen orden y acierto en las maniobras. Muchos pasan el viaje tumbados a la bartola, y otros se cuidan, más que del aparejo, de quitar y poner lindas banderas. Son, digan lo que quieran, inexpertos marinos: valiera más que se emborracharan, como los ingleses, y que borrachos perdidos supieran dirigir la embarcación. Los más se marean, y la horrorosa molestia del mar la combaten comiendo; algunos, desde la borda, se entretienen en pescar. Todos hablan sin término, en la falsa creencia de que la palabra es viento que hace andar la nave. Esta obedece tan mal, que a las veces el timonel quiere hacerla virar a babor y la condenada se va sobre estribor. De donde resulta ¡ay! que la dejan ir a donde las olas, el viento y los discursos quieren llevarla.


De Oñate a La Granja, capítulo XII, Benito Pérez Galdós

jueves, 18 de julio de 2013

Review - Metro 2033 (Dmitry Glukhovsky)

Excellent: it's incredible the new universe, the atmosphere, the tension, the action, the plot...everything in this book, from beginning to end, is absolutely amazing. It catches you with its mystery and it guides you through a trip without a single extra word. Even the end is up to the task. A brand new spark in the sci-fi literature, a must have no one should miss. Absolutely recommended. Rate: 8

lunes, 15 de julio de 2013

Esto en 1835...¡y sin sindicatos!

-No sea usted inocente, D. Pedro. ¡El destinito!, ¡vivir amarrado al pesebre de la administración! ¿Pero no comprende usted que el que una vez prueba las facilidades de ese pesebre, ya está enviciado para toda la vida, ya no se pertenece, ya es una máquina que los ministros paran o echan a andar, según les acomoda? No, no me digan que sea máquina... En los empleos tiene usted la explicación de la inercia nacional, de esta parálisis, que se traduce luego en ignorancia, en envidia, en pobreza...
-Muy bonito como teoría... pero...
-De esto hablamos anoche largamente Larra y yo, y renegamos de los empleos, que son como el opio o el hastchís para esta nación viciosa, indolente. Por mi parte, digo que antes comerán en un mismo plato constitucionales y facciosos, antes se volverán chaquetas las levitas de D. Juan Álvarez, que yo resignarme a ser toda mi vida funcionario público.


Mendizábal, capítulo XXVII, Benito Pérez Galdós.

viernes, 12 de julio de 2013

Panta rei

La diferencia entre ambos radicaba en que Artyom, a causa de las experiencias que había vivido durante su viaje, veía el mundo como un caleidoscopio, mientras que la dura vida de Ulman le había enseñado a este a ver las cosas de una manera sencilla. A saber: por la mira de un fusil de precisión. Artyom no sabía cuál de los dos tenía razón, pero ya no creía que para cada pregunta existiese una respuesta única, una respuesta verdadera. En general, todo lo que se encontraba en la vida, y muy especialmente en el metro, era confuso, se transformaba, era relativo. El primero en explicárselo había sido Kan, en referencia a los relojes de la estación. Pero si el tiempo, uno de los fundamentos de la percepción de este mundo, era ficticio y dependiente de otros factores, ¿qué se podía decir de las otras representaciones de la vida que parecían inmutables?
 
 
Metro 2033, Glukhovski

jueves, 11 de julio de 2013

¡A volar!

-¡Ah!, pillo... ¿De modo que te casas...?
 
-Tal creo... Esto no es aventura... para que vaya usted enterándose.
 
-Estás perdido, perdido sin remedio... Un joven llamado a... qué sé yo... llamado a grandes destinos... ¡Por Dios, Fernandito de mi vida, mira bien lo que haces!... Y a mí que me parecían poco para ti todas las duquesas y princesas que andan por esas cortes.
 
-Yo soy pueblo, pueblo nací y pueblo me encuentro ahora. ¡Ay!, amigo Hillo, me acuerdo de mi cuna. Era de mimbres, y estaba rota y medio deshecha. Yo ensanchaba los agujeros con mis manecitas, y me echaba fuera para jugar con un perro y dos cabras que había en la pobrísima estancia donde me criaron... ¡Y ahora me habla usted de duquesas y princesas! A usted le ciega, o más bien le enloquece su bondad... Yo no soy lo que era. He dado un gran vuelco: mis ideas son otras. No tengo ya más que una ambición, y a satisfacerla se encaminan todas las potencias de mi alma. Me crió aquel bendito en la templanza, en la regularidad, en el justo medio de todas las cosas. Pues ya no quiero justo medio; ya me solicitan las situaciones extremadas... Quiero exceso de vida, energías poderosas, mucho gozar o mucho sufrir, luchar, hacer cara a los grandes desastres si vienen, hartarme de felicidad si Dios me la depara. No quiero andar por caminos trazados, ni que me cuenten los pasos que doy, ni que me lleven con andadores, ni que me muevan con hilitos, como si fuera yo figura de titiritero. No, no: de un salto me he echado fuera del retablo, y entro en el mundo yo solo. El mundo es grande. Un sentimiento, grande también, llevo yo conmigo. ¿Hay espacio? Sí. ¿Tengo yo alas? Sí. Pues a volar.



Mendizábal, capítulo XIII. Benito Pérez Galdós.

miércoles, 10 de julio de 2013

Miedos humanos

Melnik lanzó una mirada de desprecio al frenético caníbal, desenfundó la Stechkin que colgaba de su cadera, apuntó a Dron y disparó. Un ligero «plop» y el cuerpo del bárbaro que se retorcía en el suelo quedó inerte. El grito inarticulado, que no se había interrumpido en ningún momento, cesó, pero el eco reprodujo durante algunos segundos su último alarido, como para prolongar un poco la vida de Dron: «looooo…». Y sólo entonces comprendió Artyom lo que el bárbaro había gritado poco antes de morir: «¡Solo!
 
Metro 2033, Glukhovski

martes, 9 de julio de 2013

la erótica del poder

-¿Dónde hay más historias, en las clases altas o en las medias?
 
-En todas; pero las de las altas son más bonitas, más profundamente depravadas. Yo las conozco al dedillo, y en pocas noches le daré la instrucción suficiente para que no pase por cándido el día que se introduzca en la sociedad.
 


Mendizábal, capítulo XI, Benito Pérez Galdós.

jueves, 4 de julio de 2013

Nunca está de más recordar cosicas de vez en cuando

Se detuvo a la mitad de aquel majestuoso cementerio de la civilización, y se sintió como un arqueólogo al desenterrar una ciudad antigua, cuya grandeza y hermosura aún inspirasen admiración y respeto siglos más tarde. Artyom trató de imaginar cómo antaño, en aquellas ciclópeas edificaciones, habían vivido los hombres. Y que se habían desplazado en vehículos como aquéllos. Seguro que éstos habían brillado con todos los colores posibles, y que habían circulado con un suave murmullo por la lisa calzada, hasta el punto de que sus neumáticos de goma habían calentado el duro asfalto. En aquella época se empleaba el Metro tan sólo para ir más rápido de un extremo a otro de aquella interminable ciudad. No logró figurárselo. ¿En qué podían haber pensado durante su vida cotidiana? ¿Cuáles habrían sido sus preocupaciones? y, ¿qué preocupaciones podía tener un hombre que no tenía que temer constantemente por su vida, que no tenía que luchar por ésta en todo momento para alargarla un día más.
 
Metro 2033 , Glukhovski

miércoles, 3 de julio de 2013

Warlock, master of the arcane (PC) -Análisis-

Un juego pequeño se merece un análisis pequeño, y el caso de Warlock es perfecto para esta máxima. El juego bebe directamente de la estrategia por turnos de Heroes of might and magic con pocas novedades. Salvando el hecho de que las ciudades crecen en las casillas del mapa principal, que se pueden construir nuevas ciudades donde se desee y que cada unidad ocupa una casilla y no se agrupan bajo un héroe como es habitual, este juego no nos ofrece mucho más. Sin campaña, todo se reduce a un multijugador y un single player con las opciones clásicas de tamaño, número de enemigos, dificultad, tipo de terreno, etc. Aceptar y jugar. Ni más ni menos.

Sin embargo, a pesar de las limitadas novedades de su oferta jugable tampoco hay que entenderlo como un juego malo. En realidad ofrece lo que promete, sin decepcionar y sin engañar a nadie, es decir, te da la clásica fórmula que andas buscando si te has parado a mirar este juego, y está orientado casi exclusivamente a los jugadores que disfrutamos enormemente con la estrategia por turnos, y este tipo de juegos que te empujan a jugar un turno más, a despejar un poco más de niebla, a limpiar algún camino más. Es lo que es, con un apartado gráfico colorido y detallista, unos efectos sonoros correctos, y una jugabilidad sencilla. Mención especial al menú de acciones posibles en el turno, una herramienta súper útil que te hará las partidas muchísimo más agradables y que deberían de copiar otros juegos.

Y poco más. Si os encantan los juegos de estrategia en tiempo real, los clásicos heroes of might and magic, entonces este es un juego perfecto para vosotros, que viene a rellenar la espera hasta la salida del próximo héroes. ¿Queréis más mapas multijugador offline del héroes para perderos durante semanas en un universo hexagonal? No lo dudéis, entonces es un gran juego para vosotros.

martes, 2 de julio de 2013

Ni en el infierno puede uno estar tranquilo

—Tan sólo con lo que has dicho hoy por la mañana —observó Sergey Andreyevich— te has ganado ya un par de siglos en el infierno.
—Bueno, así por lo menos tendrás a alguien con quien hablar.
—Por otra parte, seguro que allí conocerás a un montón de personas interesantes.
—Por ejemplo, a las más altas autoridades de la Iglesia Católica.
—Ah, sí, a esos seguro. Pero, a decir verdad, los nuestros también
 
Metro 2033, Glukhovski

lunes, 1 de julio de 2013

Asura's Wrath (PS3) -Análisis-

A veces te levantas y sientes que te apetece algo diferente. Echas un vistazo a tu colección de juegos sin tocar y notas que falta algo, que es el momento de algo puntual y complementario, algo que te permita resarcirte de las viejas fórmulas que te encantan pero que hoy, no sé, parece que provocan cuanto menos pereza. Es el momento de Asura’s Wrath.



Asura’s Wrath es un comic interactivo con escenas de hack’n’slash y disparos intercaladas. Ni más ni menos. No hay que ver un hack’n’slash puro, ni mundos abiertos ni aumento de nivel del personaje ni nada de eso. Su oferta consiste en una historia sencilla y previsible pero espectacular: el relato de la venganza de Asura. En un universo con amplias referencias budistas, se nos cuenta una de esas aventuras repletas de acción y momentos cafres e inolvidables. Al igual que pasaba en Bola de Dragón, donde la escala de los combates parecía no dejar de crecer nunca, aquí viviremos una sucesión de capítulos a cada cual más espectacular y sorprendente que nos pegará al mando deseando ver la siguiente barbaridad en pantalla. Y en esto hay que reconocer el buen hacer de los guionistas, que nos han brindado una experiencia totalmente previsible pero que aun así, engancha.


La estructura del juego se divide por tanto en partes, cada una de las 3 (o 4 si pagas) con capítulos jugables independientes. Cada uno de esos capítulos comienza con sus títulos de crédito, sus introducciones, sus resúmenes y toda la parafernalia necesaria para hacernos sentir delantes de un capítulo más de anime. Al final recibes puntuación por el tiempo transcurrido, los puntos de combate y la exactitud en quick time events. Hay 18 capítulos y si consigues 5 calificaciones S desbloqueas una revisión del capítulo 18 con el final verdadero. Todo muy peliculero que te da inmersión absoluta.


Pero antes de continuar con la historia, permitidme liquidar los demás aspectos. Gráficamente es muy resultón, más por las cinemáticas y la estética tan original que por el propio motor gráfico, ya que las escenas jugables se limitan a un escenario redondo o cuadrado donde luchar y poco más. El resto son películas con quick time events, y eso no exige demasiado. Los quick time events son correctos y te permiten seguir la acción, salvo por el hecho de que fallarlos no cambia casi nada más allá de la puntuación final del capítulo. Y los combates son exigentes en nivel hard pero que una vez se aprenden las mecánicas tampoco son demasiado. Eso sí, para aprenderlas sudarás tinta y morirás infinidad de veces. Y las secciones de disparo son espectaculares pero penaliza el horrible control de la mirilla con el stick. En resumen un conjunto que no destaca en ningún género pero que resulta bastante entretenido.


Pero volvamos a lo que importa, la historia. Como decía, no es ni original ni tiene giros argumentales o sorpresas narrativas. Desde el primer momento sabes lo que va a pasar y quién será el enemigo final. Pero aun así, sorprende. Y sorprende su espectacularidad, su jugabilidad sencilla e intuitiva que te engancha desde el primer momento, y, por qué no, sus personajes. Y es que aunque al principio parece que son planos, la verdad que al final, se les coge cariño, y te emociona su final.


Y aquí llegamos al punto caliente de este juego: no está completo. Si te compras el juego recibirás 3 partes, 18 capítulos, que te dejarán un sabor de boca normalito, del montón. Si ves es el verdadero final entonces ya la cosa cambia, porque si quieres saber más entonces tienes que comprar por 6€ los 4 capítulos extra que no te vienen incluidos. Y creedme, si empezáis a jugar para desbloquear cosas, para conseguir puntuaciones y logros, entonces necesitaréis saber qué pasa, porque ahí el juego ya os tiene completamente enganchados.


Cuando compras la cuarta parte ya estás completamente vendido. Ya conoces los capítulos de memoria, ya les tienes cariño, y no puedes dejarles en la estantería sin más. Y lo que te ofrecen entonces es una auténtica pasada. Los mejores momentos, tanto de acción como de emoción, de combates, de diálogos, y de historia, están ahí. No puedo espoilear nada, por lo que simplemente os diré que me quedé realmente emocionado. Es una verdadera maravilla ver cómo se pueden contar grandes historias sin vueltas, sin confundir al personal, sin pretensiones y sin florituras. Dame una historia normal pero bien contada, clásica pero directa, y lograrás efectos increíbles. Y eso es lo que consigue este juego. Es difícil describir la diferencia que hay entre la primera vez que terminas los 18 capítulos y no sientes nada, y cuando terminas todo, con el platino, y le dices adiós a Asura completamente emocionado. Chapó.


En resumen: Una experiencia magnífica enmarcada en una banda sonora fantástica que te bajarás y escucharás de vez en cuando. Uno de esos juegos raros que son difíciles de clasificar, que no voy a rejugar y que a duras penas recomendaré a nadie, pero que para mí siempre estará ahí como un ejemplo perfecto de cómo usar los videojuegos para hacer vivir grandes momentos a los jugones. Tiene fallos y peca de simple en muchos aspectos, por lo que no puede estar tan arriba como otros, pero aun así, tras lograr el platino, la nota está clara. Puntuación: 7