miércoles, 30 de octubre de 2013

Warhammer Quest (Ipad) -Análisis-

Gracias a los nuevos dispositivos, como smartphones y tabletas, estamos viendo últimamente el establecimiento de un nuevo género de juegos que está a medio camino entre los juegos típicos para las plataformas clásicas y los minijuegos de puzzles o pasatiempos más o menos adictivos para móviles. Este nuevo género presenta juegos de duración e incluso gráficos a la altura de los hermanos mayores, pero con mecánicas más humildes y con menos complejidad. Son juegos perfectos para jugar mientras se ve la tele o se hace otra cosa, en partidas breves, pero sin la sensación de estar haciendo un crucigrama simplón. Dentro de este género se encuadra este juego: Warhammer Quest.
 

Warhammer Quest ofrece la experiencia más cercana al Hero Quest que puedes encontrar en plataformas digitales hasta el momento, un verdadero juego de mesa exactamente igual al que experimentamos hace ya demasiados años. La acción te presenta 4 héroes, con los atributos clásicos, que pueden moverse entre localizaciones en un mapa general, entre las cuales van apareciendo misiones generales o aleatorias con las que conseguir oro, objetos y experiencia. Las misiones presentan una sucesión de salas y pasillos cuadriculados, donde van apareciendo enemigos, ya sea aleatoriamente o al entrar en una habitación. La acción se desarrolla por turnos, con vista cenital, tocando al enemigo que quieres atacar, y el resultado se resuelve con los modificadores y dados, con ese sabor añejo de suerte o mala suerte que era tan característico del juego de mesa. No hay mucho más ni lo necesita.
 
Entre misiones es posible visitar pueblos, donde podremos vender botín, comprar equipo o subir de nivel. Nada nuevo, complejo ni original, ni falta que hace. El atributo de las armas es el daño junto con algún modificador especial de crítico, pero ni hay estadísticas ni te aturullan con datos que no te importan demasiado. La acción es simple, la historia previsible, el desarrollo lineal; y sin embargo engancha, que es lo importante. Warhammer Quest es un juego tan simple como lo era el Hero Quest y te puede llegar a enganchar tanto como aquel con su mecánica simple, intuitiva y entrañable.


Sin embargo no es todo tan bonito. El juego, aunque barato, te obliga a comprar más de la mitad de los héroes disponibles si quieres poder utilizarlos y no se pueden desbloquear de ningún otro modo. Además la experiencia de los héroes así como los objetos disponibles se quedan cortos demasiado pronto aunque existen ampliaciones y un nivel de dificultad en donde tus héroes mueren definitivamente que alargan la vida del título y palian este problema.

Resumiendo Warhammer Quest es un juego humilde que ofrece lo que promete: una jugabilidad sencilla y directa, sin complicaciones. Un juego perfecto para echar unas partidas en esos momentos en que no te apetece ponerte serio o mientras haces otras cosas. Una delicia para los que disfrutamos en su día de Hero Quest a un precio fantástico, con ampliaciones que prometen alargar la vida del producto. Yo llevo casi 20 horas y no me arrepiento para nada. De hecho, de no ser tan simple le daría toda una notaza, pero como las notas son absolutos que sirven para comparar peras con manzanas, es justo rebajar el resultado. Aún con todo, fabuloso. Puntuación: 4.3

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