martes, 10 de septiembre de 2013

La historia interminable

Siempre lo dije: cuanto más rico es un hombre, mejor razona y sentencia. El sofisma, la falsa dialéctica, la palabrería ociosa, insubstancial, ¿qué son más que el natural producto de la pobreza? Cuando veas que se pierde en el mundo la razón, no la busques en la guarida polvorienta del filósofo: búscala en la tienda del guerrero, dominador de pueblos, o en el palacio del allegador de caudales.


La estafeta romántica, capítulo XXXV, Benito Pérez Galdós

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