miércoles, 28 de agosto de 2013

Final Fantasy II (IOS) -Análisis-

La primera entrega me dejó tan buen sabor de boca que prácticamente el mismo día que la terminé ya estaba jugando la segunda parte. Las experiencias de ambas están muy fresquitas por lo que voy a reflejarlo todo rápidamente mientras siguen claras qué cosas pertenecen a uno o a otro juego, cosa que como veremos no será tan fácil de recordar dentro de unos años.
 
 
 
Final Fantasy II es una continuación directa del primer título. Salvo la historia, que no tiene nada que ver, todos los componentes del primero están reutilizados o extendidos. Para entendernos, este juego es un 2.0 del primero. Mismo apartado gráfico con añadidos de imágenes de personajes al dialogar, pero exactamente igual en el mapa y el combate. Se añaden posibilidades para reordenar objetos, así como reordenación automática al comienzo del inventario de lo más usado, para no tener que ir al final del inventario una y otra vez para usar ese hechizo definitivo. Se mejoran algunos diseños y se mete más variedad, pero son lo mismo sobre la misma base. La música tres cuartos de lo mismo, añadiendo alguna variedad y arreglos, pero poco más dentro de la excelencia. Y los problemas de manejo de la versión IOS exactamente igual.


Pero esto son detallitos, pequeños apuntes sobre el juego anterior. Los cambios importantes son dos: la historia y el nuevo sistema de evolución de personajes. La historia es un cambio radical básicamente porque ahora sí que existe, sí que aparecen personajes, hilos argumentales, un desarrollo, una evolución, un final y sobre todo un sentido a todo esto mayor que simplemente consigue las piedras y vence al malo. Sin entrar en spoilers la historia nos cuenta una aventura clásica, sin mayores revueltas, donde los malos son malos y los buenos buenos, con los elementos clásicos pero bien situados. Un historia que entretiene y te conduce de forma correcta, que no recordarás dentro de unos juegos ni se quedará grabada a fuego en la memoria, pero que cumple, y en este caso es de agradecer sabiendo de dónde partimos. Los personajes tampoco tienen un especial desarrollo ni les cogerás demasiado cariño pero apuntan maneras para lo que tiene que venir.


El punto importante es la mejora en la jugabilidad. Ahora las estadísticas mejoran según se vayan usando. A medida que uses tipos de armas mejorarás tu experiencia con ellas y tus estadísticas aumentarán. Además podrás luchar con arma y escudo o dos armas, arcos e incluso con los puños. Lo mismo pasa con la magia, que a medida que la uses aumentarán tus puntos de magia y los niveles de los hechizos que utilices. Las posibilidades de personalización son por lo tanto inmensas, y permiten varias estrategias. Si a esto le sumamos la posibilidad de poner los personajes en la primera línea o detrás, tenemos un sistema de combate que nos deja libertad para formar nuestro equipo, e incluso para cambiar de estrategia a mitad de partida, cosa que no siempre es posible.


Un ejemplo interesante de esto es mi lucha contra el enemigo final. Mi equipo estaba formado por un personaje equilibrado con magia de sanación básica, arma y escudo. Otro hechicero de ataque con arco y dos huesos duros con armas a dos manos y mucha vida. Equipo absolutamente mortal contra grandes números de enemigos fuertes pero totalmente incapaz contra el final boss. Sin embargo, con una hora extra de leveleo (en la propia sala del boss) fui capaz de pasar a un sistema con un solo atacante y tres hechiceros de apoyo. Con un buen stock de ítems así como hechizos de mejoras de estadísticas de ataque y protección, pude hacer daño mayor con un solo hombre que con tres, y conseguir hacer daño incluso mayor que sus 4000 puntos por golpe que absorbe en su vida (vaya boss, qué bastardo). En fin, todo un detalle eso de no tener que comenzar de nuevo.


La versión de IOS tiene, sin embargo, bichos. Se cuelga una y otra vez al entrar en las tiendas así como en algunas conversaciones, así que guarda con asiduidad porque, esa es otra, el guardado automático no es fiable. A eso le añades los mismos problemas con el control y unos extras (algunas mazmorras extra para jugar con el sistema de palabras) que te levelean y tenemos casi los mismos fallos que en el juego anterior. Mención especial al extra jugable al final, que aporta variedad y no destroza la jugabilidad, como los demás. En fin, son cositas, que no empañan demasiado pero que están y hay que tenerlos en cuenta.


Final Fantasy II es, por tanto, un juego completo y perfectamente digno de la franquicia. Si el primero parecía un trabajo al 75%, muy interesante, pero en cierto modo incompleto, ahora sí que tenemos algo definitivo y que demuestra la calidad del equipo que hay detrás. Mejorado en todos los aspectos, con poco más de 20 horas de juego, Final Fantasy II es un juegazo clásico que ningún aficionado a la saga debería perderse. Muy recomendado.

Puntuación: 5.5

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