Funs dijo una vez que Gotham en navidad tenía algo absolutamente mágico y fascinante y no puedo estar más de acuerdo. Esa ciudad durante la noche y el frío alcanza su mayor belleza y hace un par de años me puse a dar vueltas por arkham city con la segunda parte en lo que fue una de las mejores experiencias en videojuego de la presente generación para mi gusto. Ahora, ya que se acercan las navidades y que acaban de sacar la tercera parte, es el momento perfecto para desembalar la primera parte, que tenía el plástico puesto en la estantería desde hace muchísimo tiempo. Lógico, ¿verdad?
Prácticamente todos los que hayan jugado a esta saga estarán de acuerdo en que es el simulador de batman definitivo. Eres Batman: te mueves como él, piensas como él, hablas como él, te sientes como él planeando por la ciudad, acechando entre tejados y enfrentándote a toda la escoria de la ciudad. Tienes todos sus juguetes, todos sus villanos, y una magnífica Gothan enorme, oscura y fría, para pasar la navidad en un lugar mágico. Vamos a ver qué tal ha ido la primera parte.
Por si alguien aún no lo sabe, la serie Arkham es una suerte de aventura donde se conjugan varias características que lo hacen difícil de clasificar. Por un lado la acción se desarrolla en la isla de Arkham, donde disfrutamos de una libertad limitada que iremos desbloqueando a medida que avance la historia, en una isla pequeña pero con infinidad de recovecos. La lucha se divide ya sea en las secuencias de combos musicales, es decir, ataque o contra, que pulsados en el momento correcto va concatenando golpes y creando un flujo a modo de coreografía muy gratificante cuando sale bien; y en las zonas de batalla, en donde tendremos que ir eliminando a los enemigos dentro de una zona cerrada usando varios gadgets y técnicas de ocultación. Además existen infinidad de cosas que recoger y puzzles que resolver. Y tiene sobre todo una historia magnífica con todos los personajes entrelazados y una consistencia que ya quisieran muchos videojuegos a nivel argumental.
En comparación con la segunda parte, la historia no es tan grandiosa aunque no desmerece en absoluto. Destaca sobre todo por lo bien integrados que están los villanos, que no aparecen como misiones secundarias de la segunda parte, sino que son como fases dentro de la misma trama. No es tan grande, y aunque el asilo es digno de recorrerse, no experimentas esa sensación de perderte por la ciudad, de acechar en las esquinas y los rincones, de explorar y perderte planeando entre los edificios. Gráficamente está mejor pelo le falta algo de belleza, esa “película” que hacía de la segunda parte un conjunto más coherente y especial y a nivel sonoro prácticamente igual, con mención especial para las voces de los personajes.
Al igual que pasaba en Uncharted, jugar primero la segunda parte te deja un sabor de boca raro. Por una lado estos juegos son continuaciones naturales y cada iteración mejora en mecánicas, gráficos e historia, notándose que los desarrolladores ya tienen gran parte del trabajo más técnico hecho y que pueden dedicarse a pulir y mejorar los detalles. Por eso a veces queda ese temor de ser injusto cuando se pasa de la segunda a la primera parte, dando un paso hacia atrás en la evolución y no siendo capaz de apreciar bien lo que ofrece sino solo lo que aún no tiene. Sin embargo nada más lejos de la realidad, este juego es menor pero para nada es mucho menor ni tiene problemas graves respecto a su sucesor. Muy al contrario, tiene un espacio propio que permite ser jugado independientemente del orden, como una experiencia Arkham más, al igual que Uncharted.
En términos generales, y siendo esto un resumen a medias, una suerte de análisis de la primera parte partiendo de la segunda, hay que decir que la experiencia es absolutamente recomendable. Para nada desmerece la segunda parte y cualquiera que sepa de qué va esto va a disfrutar hasta la saciedad. Es un poco más limitado, es cierto, pero también tiene un toque más especial, más”íntimo” que lo hace singular dentro de su saga y lo separa de su hermano mayor lo suficiente como para poder decir que hay que jugarlo, que merece la pena y que es un digno predecesor de lo que estaba por venir. Sinceramente, de lo mejor del año para mí.
Puntuación: 8
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