martes, 28 de enero de 2014

Trine (PC) -Análisis-

Uno de los juegos medio indies que más pegó hace unos años y cuyo éxito dió lugar a una segunda parte inesperada. Uno de los recurrentes de las ofertas de Steam, fijo de bundles, ofertas estacionales, semanales, puntuales y, en fin, que si no lo has jugado es porque no has querido. Hoy hablaré del archiconocido Trine (sí sí, la primera parte, vale ya sé que analizo juegos ya pasadísimos de fecha pero bueno, ese soy yo, si no te gusta vete a meristation).


Trine nos pone en la piel de un mago, un ladrón y un guerrero, cada uno con habilidades especiales, que deben colaborar para derrotar al malo malísimo de turno. Si jugaste al Vikings sabrás qué tipo de juego es este, de hecho verás que tiene todo lo bueno del mismo pero con los vicios de la generación actual, pero no nos adelantemos. Como decía, un personaje no tiene capacidades ofensivas pero puede crear objetos de la nada, creando pasarelas y plataformas; otro dispara a distancia y además puede clavarse y balancearse cual tarzán por el escenario; el último es una fiera del cuerpo a cuerpo, invulnerable en su posición de defensa. Con todos estos elementos se nos presenta una serie de niveles, unos 15, con multitud de retos y puzzles a superar combinando las habilidades, además de buscar coleccionables y tesoros. Con la experiencia se sube de nivel, se mejoran las habilidades y se consiguen objetos que añaden aún más propiedades a nuestros personajes. Nada realmente especial pero se nota, levemente pero se nota. Eso sí, la progresión de personajes no es lo importante así que no se lo tengáis en cuenta.


Lo realmente importante es el espectáculo gráfico. Tanto que incluso hablo de él antes que de la propia jugabilidad. El juego es extraordinariamente preciosista, con escenarios imaginativos, coloridos, hermosos, con una atmósfera de fantasía especial. Con un scroll lateral y muy limitado en vertical; es encomiable el trabajo que han hecho. Yo lo compré por esta razón y la verdad que no desmereció en absoluto. Y no me malinterpretéis, no es un apartado gráfico ultra realista con millones de polígonos ni un 2D hiper-elaborado. Es una mezcla con su estilo y su belleza. Googlear unas fotos y me daréis la razón. La música, por su parte, está bastante bien y acompaña sin problemas, pero el problema viene con el control. Con teclado no está bien conseguido y hay veces, sobre todo con el balanceo del ladrón, que no podremos calcular bien. Y si cambias a pad entonces peor porque se han montado un pifostio con los sticks y los botones que madre mía, hay que hacer un master. Yo cambié a pad y tuve que volver al teclado. Una lástima.


La jugabilidad en sí tiene, como decía antes, muy buenas ideas pero lastradas por el signo de los tiempos. Me refiero clarísimamente a la dificultad. No puedes perder, así de claro, los checkpoints son constantes y absurdos hasta el punto de que si tienes que matar a 4 enemigos y matas 3, al renacer solo queda uno. Todo se convierte en un paseo cuya única dificultad consiste en encontrar todos los coleccionables (cosa tampoco realmente complicada). ¿Y los puzzles? Pues los puzzles tienen la incomprensible precondición de que debes de poder resolverlo con todos los personajes, con lo que se pierde el 80% de la gracia. Da igual que tus personajes mueran, sólo notarás que es un poco más difícil si no tienes al tio óptimo para el trabajo pero podrás pasarlo igualmente y eso, en un juego que se vende como colaborativo, es mortal. Lo siento muchísimo pero se carga el juego completamente y hace que al final juegues el 90% del tiempo con tu personajes favorito (ladrón básicamente). Mal, muy mal.


El juego en general parte de una buena premisa, que a muchos nos lo vendió como un remember de aquel vikings tan glorioso pero con gráficos actuales; pero que se desinfla al comprender que el “no morir, no fracasar” de nuestra era también se ha incorporado al mismo. A mi no me terminó nunca de enganchar y tras hacer las primeras misiones lo dejé aparcado durante meses con una pereza brutal para continuarlo hasta que comencé la campaña de recogida de basura de estas navidades (o sea, terminar toda la morralla de Steam que tengo a medias y limpiar el escritorio del PC). Luego, una vez que me puse en serio no se me hizo tan pesado, pero el daño ya estaba hecho. Una oportunidad perdida...veremos la segunda parte.


Puntuación: 4


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