lunes, 20 de enero de 2014

To the moon (PC) -Análisis-

¿Por qué juegas a videojuegos? No, en serio, ¿por qué lo haces? ¿Tu ego te empuja a necesitar imponerte a otros jugadores, a ser quien tiene más nivel, mejores objetos y en definitiva a ver quién la tiene más grande? ¿o eres de los que quiere cosas nuevas, nuevas experiencias, nuevas historias? ¿Compites o experimentas? Espero que seas de los segundos porque si no este es uno de esos juegos que pueden hacerte echar espuma por la boca. Uno de los más aclamados del año pasado. To the moon.

¿Jugabilidad o experiencias? Adoro este debate y más que por lo que podamos sacar de él, por el hecho claro de que ya es posible plantear el videojuego de muchas maneras. Comenzamos a tener un medio en donde por fín podemos dar rienda suelta a nuestras necesidades, ya sea la competitividad o el mero entretenimiento. No seamos talibanes, esto no es de nadie, es de todos, y entre todos lo construimos dando cabida a las más variadas experiencias y deberíamos alegrarnos de ello. Y entre ellas sobresale To the moon, un videojuego en donde ni hay niveles, ni armas, ni enemigos, ni puzzles (salvo los que hay entre pantallas), ni nada de nada salvo una historia maravillosa que todo el mundo debería vivir.

No quiero entrar en detalles sobre el juego, baste decir que son unas 3-4h de juego viviendo una historia inolvidable. Lo que quiero transmitir con este análisis es la idea bien clara de qué tipo de producto es para que ningún troll indocumentado se lo compre y luego se pase la vida echando pestes sobre él. En To the moon no tienes que hacer nada más que ir cliqueando cada vez que quieres pasar al siguiente cuadro de texto, así de simple. Es cierto que hay que moverse un poquito, cambiar de localización e incluso un mínimo de exploración, pero nada realmente complicado. Eso es simplemente una excusa para la historia, que es lo único importante y resalto esto: lo único. Que no hay reto, que no hay niveles, que no hay nada de nada, que solo tienes que leer y comprender, no hay más. Ni lo necesita.

A nivel gráfico es bastante lamentable, por no decir lo siguiente. Es una lástima porque con un pelín más de esfuerzo se podrían haber cuidado un poco más los gráficos y darle un aire retro más bonito, que realmente invite a mirar y explorar, sobre todo con la paleta de colores. No es muy importante ya que lo realmente gordo es la música. Es tremendo el trabajazo emocional que se ha conseguido con esas melodías a piano, que hacen que te pongas a llorar con dos notas si te da por escuchar la música más adelante ya acabado el juego. Es un trabajo que supera incluso a Mass Effect, que aún a día de hoy no he podido escuchar de nuevo completo por todas las emociones que inspira. Fantástico e inolvidable.


Como conclusión he de decir que es una lástima que seamos tan ignorantes porque este tipo de juegos ya existen y son muy populares en japón, y son una suerte de novelas gráficas o historias jugables que tienen bastante popularidad. Aquí nunca han llegado con lo que seguimos encasquillados en un debate estúpido que otras culturas ya han superado. Ellos son capaces de disfrutar de estas experiencias sin más y pasar momentos inolvidables sin trofeos ni armas legendarias. Y eso nosotros nos lo perdemos. No seáis tontos y aprovechar un sábado o domingo lluvioso y disfrutar de una experiencia única hoy día. Yo he llorado como un niño y atesoraré este pequeño videojuego como una auténtica joya que recomendar a gente especial. Fantástico.

Solo por lo que he llegado a sentir se merecería una notaza, pero como ya he dicho muchas veces, la puntuación es de una forma de ordenar dentro de un mismo estante cosas muy diferente y ahí las grandes superproducciones acaban saliendo ganando. No es justo que 3 horas tengan más puntuación que un trabajo objetivamente impecable como por ejemplo el anterior juego que analicé aquí, Batman Asylum., así que he de bajar la nota hasta unos límites racionales. Pero no os dejéis engañar, es inolvidable.


Puntuación: 7.5


No hay comentarios:

Publicar un comentario